Después de haber analizado las diferentes posibilidades que ofrece trabajar con un portafolio, se me ocurren más ventajas que inconvenientes. El portafolio hace al alumno protagonista de su aprendizaje, consciente de lo que aprende y de cómo lo aprende y como documento abierto que es, permite a otros ser parte activa de ese proceso. Facilita el desarrollo de las competencias y de la creatividad, tanto en la presentación de las evidencias como en la posibilidad del uso de herramientas TIC. A diferencia de otros instrumentos docentes, ofrece un tipo de evaluación amplia, más objetiva y crítica, con criterios claros y con la opción de autoevaluación que junto a la actividad reflexiva hace que el aprendizaje sea más eficaz, auténtico.
Los inconvenientes, siempre superables, estarían relacionados más con la implantación de esta metodología que con el método en sí. Haría falta un cambio de mentalidad por parte de los docentes que decidieran trabajar de esta manera, pero que se les presupondría dada la intención de querer utilizar los portafolios como instrumento de enseñanza. Haría falta más formación, metodológica y sobre todo, en el uso de herramientas TIC y por supuesto, se necesitaría disponer de esos recursos TIC en los centros. Todo esto, entre otros aspectos, supone tiempo, dinero y esfuerzo, inconvenientes claros por tanto, que deberían ser superables por el bien de una educación de calidad.
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